La cultura que vivimos, entre otras cosas, esta caracterizada por una saturación de permanente alegría, de sostenida felicidad que se traduce en amplias y brillantes sonrisas, en poses de fotos, en bolsas de compras, en fiestas, en copas y botellas de licor.
Siempre positivo, siempre viendo el vaso lleno, siempre levantándose, siempre en pie de lucha, siempre… y no es que este en contra, yo tiendo a ser muy resiliente y sacar lo positivo y el aprendizaje de lo que vivo y ocurre. Pero hoy quiero colocar el acento en eso de SIEMPRE.
En mi formación como Terapeuta en Medicina China, al profundizar en la filosofía del Tao, algo que me quedo claro sobre el universal y conocido signo del Ying Yang es:
- La vida está en constante cambio.
- De la máxima expresión de algo se vuelve a la mínima expresión de ella. Es decir de la expansión total a la mínima. Un ejemplo es el día y la noche. De la máxima luz a la mínima, de la máxima oscuridad a su polo.
En mi formación como Terapeuta Gestalt, aprendí que la vida se mueve entre polaridades, y lo sano es moverse entre las múltiples tonalidades de esos polos, lo ideal es llegar a integrar lo mejor de cada uno y estar en un punto cero. Así que lo neurótico o enfermo es cuando sólo te permites estar en una sola cara, en un solo polo. Ejemplo: Soy tan valiente que no me permito ser cobarde. La realidad es que la cobardía y la valentía pueden convivir, unas veces seré mas valiente y otras mas cobarde.
Precisado los dos puntos anteriores, volvamos con el tema de la tristeza. Vivir en una sociedad que no permite otro estado emocional, de alguna forma te enferma. La tristeza, miedo, dolor, rabia son sentimientos, ni buenos ni malos. Todos ellos nos enseñan algo y nos ayudan a caminar por la vida. Nos traen un mensaje, tienen una función en nuestra vida.
¿Qué mensaje te trae la tristeza? esta es una pregunta para la que no hay recetas ni trucos, es un camino personal de búsqueda que se transcurre mejor si estas acompañado.
En algunos casos la tristeza puede estar relacionada con situaciones que han quedado pendiente en tu vida, son situaciones que no se han cerrado y la tristeza puede ser una invitación a darte cuenta y cerrar.
La tristeza puede ser signo de que estas cansada, de que no te atiendes, de que te exiges demasiado, de que no estas haciendo lo que te da sentido y te hace plena.
En ocasiones la tristeza puede ser signo de que estas enferma, incluso de que no te alimentas o duermes bien.
Puede ser signo de una despedida, de alguien o algo que ya no está contigo.
Por eso es importante darle un espacio a tu tristeza, dejarla habitarte, que llegue, no te preocupes por si temes que se quedé, una vez que entiendas su mensaje se irá.
En la mayoría de los casos cuando la reconoces, rápidamente recibes el mensaje y desaparece.
Resistirse a ella, ocultarla, no admitirla, hace que crezca, se haga fuerte y luego pase factura. Si la ignoras se va acumulando y luego cuesta más gestionarla.
Algunos tips que te pueden ayudar:
- Reserva al menos unos 5 minutos para revisar cómo ha estado tu día.
- Escribe lo que vas viendo y de lo que te vas dando cuenta. El escribir es terapéutico, esta probado por estudios de la neurociencia.
- Ponle nombre a lo que sientes. Pregúntate ¿Cómo me siento? , has unos minutos de silencio y pregúntate ¿es tristeza? ¿es rabia? ¿es miedo? ¿es dolor?
- Si lo que sientes te supera o no sabes qué hacer con ello, busca acompañamiento terapéutico. Es importante que lo trabajes. No lo dejes porque ignorarlo no hará que desaparezca.
¡Bienvenida tristeza!, ¿Qué mensaje me traes?